Publié le 7 Octobre 2019
Bélgica se transforma en uno de los peores atolladeros políticos de Europa, donde nada progresa. Y durante este tiempo, los políticos continúan alardeando en Facebook. Harto de esas personas. Cansado de estos incompetentes reelegidos por un sistema electoral podrido.
La economía belga paga las consecuencias de esta crisis política.
Desde el 9 de diciembre de 2018. Bélgica no tiene gobierno. Después de las nuevas elecciones legislativas el 26 de mayo de 2019, no se formó ningún gobierno en la apertura del 55 ° Parlamento. La coalición en asuntos actuales solo tiene 38 diputados de 150, o el 25.3% de los escaños en la Cámara de Representantes.
Una situación alarmante impulsada por la crisis política en el país. Las consecuencias se sienten, desconfianza en las empresas, que pueden dudar antes de invertir. Y luego los hogares belgas, que consumen menos, cuando tienen menos confianza. Con la clave, una desaceleración de nuestro crecimiento económico. Y menos riqueza en el país.
¿Bélgica todavía tiene futuro? Me parece que hacer la pregunta ya es responderla.