alberto castillo

Publié le 10 Octobre 2017

De todos los nombrados se convirtió en un éxito internacional Que nadie sepa mi sufrir originalmente compuesta en 1936 con letra de Enrique Dizeo en ritmo de vals peruano o vals criollo como se le conoce en el Perú. El hecho ocurrió en 1953, en oportunidad de la presentación en el Teatro Ópera de Buenos Aires, de la cantante francesa Edith Piaf, que escucha una grabación de Alberto Castillo a pesar que Hugo del Carril grabó la canción en 1936. Esta inolvidable intérprete escuchó el valsecito y se lo llevó a su país. Ya en París, convocó al autor Michel Rivgauche, quien le cambió la letra por completo y el título, así nació La foule, que en francés significa la multitud. La transformación resultó un éxito extraordinario desde que fue publicada en 1957. La letra original está claramente destinada a ser cantada por un hombre que ha sido abandonado por su amante, mientras que la canción de Edith Piaf mantiene la angustia en el contexto de una chica aturdida que conoce un hombre en medio de una multitud para perderlo casi de inmediato. El ritmo respeta los 3/4 del vals, pero requiere de un compás ligero y un ritmo mucho más rápido y en el caso de la guitarra, un apagado característico.

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Rédigé par Last Night in Orient

Publié dans #Alberto Castillo, #Que Nadie Sepa Mi Sufrir, #1953, #Fête du Paradis, #Ángel Cabral

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